
Cuando caigan las últimas hojas del otoño
yo partiré a buscarte.
Llevaré mis ansiedades y mi mejor vestido
y trataré de encontrarte entre los colores
del cielo despejado de setiembre.
Los durazneros florecidos dirán presente
en éste, nuestro encuentro.
El primero y el último en esta era.
El que coincidirá con la muerte
que es la vida en otra forma.
Moriré en tus brazos
y renacerán mis sentidos.
La muerte es buena cuando viene del centro,
cuando todo lo que anhelábamos se repite
incansablemente hacia el infinito.
Nos amaremos en otro momento
muy diferente al de ahora.
Somos como uno en otro
y otro en uno
y nos encontraremos por fin
entre tanta agonía
Paola