Si bien sabemos que el mundo es ilusión, no me resulta fácil a veces recordar que nada existe, que todo ES
Es imprescindible que recuerde que no eres.
Que no existes más que en mi mente
o en mi brutal fantasía devoradora de entidades
Que cada beso que me has dado no ha rozado siquiera mi boca.
Que cada abrazo que me has dado
nunca ha tocado ni mi piel. Ni tu piel.
Es necesario que recuerde que tu enfurecido
pelo rojo no es tal.
Como tampoco es tal el sabor de tus labios.
Ni siquiera existen tus ojos mirando los míos.
Ni siquiera esa tenue sonrisa, cuando enamorados,
nos miramos a través del fuego.
Ya resulta inconcebible que siga creyendo que estás a mi lado.
Que me abrazas por las noches, que me tocas y me amas.
Que tu cuerpo se fusiona con el mío
y que podemos recordar, luego, detalles de un amor que nunca ha sido.
No puedo, no es posible, seguir creyendo
que tus manos alguna vez acariciaron las mías.
Ni que estás ahora, susurrando a mi oído:
no me olvides, soy tu amor, no me olvides…
PAOLA
hermoso, simplemente
ResponderEliminar