
En noches como ésta
suelo pensar en mi infancia.
Niñez blanca.
Manojos de azahares.
Perfume de naranjos.
Palmeras centenarias.
Huellas de caballos.
En noches como ésta
melancólicas y nostálgicas,
sueño con imposibles regresos.
Techos altos, rejas verdes
aljibe vacío -o no-
sin agua, con historia.
Los cuentos de la nona
y el monte misterioso
plagado de duendes
y árboles con puertas mágicas.
Y los cactus.
Casas de brujas...
Castillos de miedo y aventura.
El camino infinito escondía hinojos
y hombres con barbas a sus costados.
El camino infinito...
En noches como ésta
suelo pensar en mi infancia.
Y regreso...
suelo pensar en mi infancia.
Niñez blanca.
Manojos de azahares.
Perfume de naranjos.
Palmeras centenarias.
Huellas de caballos.
En noches como ésta
melancólicas y nostálgicas,
sueño con imposibles regresos.
Techos altos, rejas verdes
aljibe vacío -o no-
sin agua, con historia.
Los cuentos de la nona
y el monte misterioso
plagado de duendes
y árboles con puertas mágicas.
Y los cactus.
Casas de brujas...
Castillos de miedo y aventura.
El camino infinito escondía hinojos
y hombres con barbas a sus costados.
El camino infinito...
En noches como ésta
suelo pensar en mi infancia.
Y regreso...
PAOLA
Donde está tu pensamiento estas Tú, hija... conociste el paraíso... y lo sigues teniendo... Sólo velo... en TI... Mami
ResponderEliminar