Dedicado a mi amiga Kari, hermana y compañera en esta vida.
Dedicado a mi YO SOY, compañero eterno.

Me miras a los ojos y entiendes.
Cada palabra que sale de mi boca quizás te lastima.
Lastima tu dolor acribillado.
Lastima tus lágrimas derramadas.
Lastima tu impiadoso ego mancillado.
Pero me miras. Y entiendes.
Tu corazón se abre a los caminos.
Y estás dispuesta a sorprenderte a cada paso.
Y con cada paso que caminas, más aprendes.
La vida se hace muchas veces cuesta arriba.
Y el horizonte parece alejarse más allá del infinito.
Y nos duelen los pies cansados del esfuerzo.
Y nos encandila el sol que no perdona en los desiertos.
Pero recuerda, amiga, que aquí me encuentro.
Dispuesta a escucharte y también a abrazarte.
Y Tal vez a golpearte, allí, donde más te duele...
Porque soy dura y tierna.
Porque perdono siglos de equívocos y comprendo tus razones.
Pero no te justifico ni me enrosco en tus dolores.
Sólo puedo observarte y amarte. Infinitamente amarte.
Infinitamente, acompañarte.
PAOLA
No hay comentarios:
Publicar un comentario