"...Una huella invisible quisiera dejar
y que nadie sepa que estuvimos acá..."
(G. Nápoli)
y que nadie sepa que estuvimos acá..."
(G. Nápoli)

Ni un soplo de tu aliento debe quedar volando por la brisa.
Ni una ráfaga de tu mirada en la retina de los otros.
Ni una caricia fugaz en la memoria de alguna mejilla.
Ni un pequeño recuerdo de tu paso por la vida...
Caminar sin dejar huella.
Como elfos etéreos e invisibles,
sin dejar la marca de tus pies en la arena eterna
o una estela brillante en las aguas silentes...
Hablar sin dejar sonido alguno en el aire
o remembranzas de voces airadas o susurros ahogados en oídos apáticos...
Moverse sin ser vistos.
Sin llamar la atención de otros con ropajes coloridos,
o con actitudes enhiestas,
o con lastimeras plegarias,
o con la morbosa excitación que da la pena, o la gloria.
No hacer nada que haga ruido.
Que usurpe la paz de las alturas.
Que moleste, que haga daño, que interrumpa el sueño de los niños.
No respirar el aire de los otros.
No usurpar su silla ni poner una piedra en su camino.
No mostrarse, no hacerse oir. No decir con timidez siquiera: Aquí estoy!
Dejar SER. Dejar SER a nuestro Ser y al del otro.
Y AMAR. Sin preguntar ni tal vez de qué va el Amor.
AMAR. Sólo Amar...
caminando despacio e inexorablemente
hacia el Olvido...
PAOLA
El Olvido...
ResponderEliminarque es el Perdón, el PERDÓN hacia nosotros mismos...
Sin plabras, Paola... sin palabras...
Sólo te dejo mi aliento dorado y vacio...
...para no dejar Huella...
mami