Zarpa.
Surca el ancho mar con las velas altas.
Tomate fuerte al timón y marca el rumbo.
Así no tengas idea adonde te diriges,
pero con la seguridad de un capitán de mares que, sin brújula y sin camino,
va confiado en que las aguas, amigables y terribles
te llevarán a destino…
Atraviesa cielos de mareas claras
y espumosas serpientes de océanos.
Franquea islas con la certeza que te da el saber
que allí no está lo que tu timonel reclama.
Pero que es bueno conocerlo,
y apreciarlo
con los sentidos claros y la mente alerta…
Navega.
Deja a tu alma volar con las gaviotas.
Surcar los cielos con los albatros lúcidos.
Otear el aire con los delfines mansos.
Pon rumbo al Infinito.
Con paso seguro y mirada firme.
Sin mirar nunca lo que dejaste en Tierra,
ni suspirar por el amor humano, o por los bienes que no has conseguido.
Nada de eso debe atar tu estrella
Suspira profundo, respira hondo.
Y zarpa…
PAOLA
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