
Vida
te estoy esperando.
Esperando tus contactos acuosos en mi mente.
Tal vez sean sólo un llamado de atención
o quizás algún momento del estío donde debo protegerme.
Es casi irrisoria esta espera.
No se detiene pero tampoco avanza.
Es como si algo de mi estaría sublevando las pequeñas incertidumbres
del cielo.
Tal vez aguardas tú, Vida, que yo me decida
y no yo la que espero infructuosamente tu llamada...
Aquellas montañas del alma se engrandecen
sin saber porqué ni cuándo caerá la nieve en sus cumbres
porque no existen maneras de apreciar
las cumbres nevadas de mi espiritu asolado.
Yo espero la Vida que me llame
pero no escucho el susurrar de sus labios aletargados...
Tal vez no quiera decirme: "ahora!"
Tal vez espera que yo comience la posta.
PAOLA
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