
Nubes. Profusas tapan la noche.
La oscuridad no se siente, siquiera. No se intuye.
Pensamos que vamos con las luces encendidas.
Que manejamos eternos y perpetuos nuestras naves por las rutas.
Sin que nada se nos adelante en el camino.
Sin que nadie nos interrumpa el paso.
Pensando que nunca nos detendremos a indagar el sendero.
Sin embargo lóbregas nubes nos cubren la visión.
Nubes que parecen blancas y radiantes mañanas de primavera.
Nubes que se asemejan estrellas en las noches y soles en los días.
Nimbos que envuelven la oscuridad, la esconden, para que - ciegos- sigamos conduciendo.
Celajes de ensueños, nubarrones de quimeras.
Que impiden ver las tinieblas en la que caminamos.
Que dificultan reconocer la negrura de la noche por la que transitamos.
Nubes… pensamientos… espejismos…
Cuando podamos espantarlas… habremos comenzado a comprender.
PAOLA
Los que caminamos dormidos, no espantamos las nubes porque nos chocamos con la realidad de nuestra miseria. Besos linda
ResponderEliminarFede me presento tu blog hace un tiempo y siempre me gusto leerlo, pero nunca me anime a hacer algun comentario. Es muy lindo leer lo que escribis (o mejor dicho, lo que escribe) la verdad, me encanta...
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un beso.
ELiS