Bienvenidos al sitio donde con toda humildad publico las canciones que mi Daena me dicta. Me susurra despacito cada palabra a ese oído que no es el físico, sino que está mucho más allá de mi entendimiento humano. Porque lo esencial, como diría el Principito, es invisible a los ojos...



viernes, 30 de marzo de 2012

SIRENA


Los pasos perdidos de un suspiro largamente postergado se asoman hoy
rodeando tu cuello de ninfa desgastada.

¿Qué es el amor?, te preguntas.
Si después de tantos siglos de vida nunca lo has experimentado…
Qué puedes saber debajo de profusos mares, cómo se siente el húmedo beso de una boca enamorada…

¿Qué es la pasión?, te preguntas.
Si en tus piernas de pez no hubo nunca la caricia de unas manos cargadas de emoción y fuego.

Bajo los colosales océanos visitaste el Cielo y el Infierno.
Una y otra vez.
Bajo los corales rojos de antiguas épocas nadaste vestida de púrpura y cristal.
Tus cabellos de arrecife y miel, en el límpido fulgor de las gotas, se mezclaban
y parecían que volaban: libres, suaves, etéreos.

Mezcla inocente de ser acuático y terrestre.
Bruja para algunos, Maga para otros.
Pero siempre lejana, imposible, intangible...

Tu canto vibró en la inmensa desolación de los tiempos.
Espantando a algunos, cautivando a otros.

Pero siempre intocable.
Siempre ausente.
Siempre sagrada.
Siempre maldita.


PAOLA

sábado, 10 de marzo de 2012

IGNICION


"En su propio fuego se incinerarán" (H.B.)

FUEGO.
Calor que sube por el cuerpo.
Incendiando atardeceres.
Arrasando voluntades.
Quemando conflictos.

Tu vida será Sudor y lágrimas.
Parirás con dolor.
Llorarás por los muertos.
Te castigarás por tus pecados.
Gozarás y te flagelarás por eso.
No mostrarás tus vergüenzas.

La pira se enciende y se eleva.
Asalta los caminos del vacío sepultado y fulmina los preceptos.

Las llamas entran por la puerta estrecha.
Tu humanidad se quema.
Tus sentimientos se hacen cenizas.
Las cenizas se esparcen en tus mejillas y luego desaparecen.

Tengo siglos de Agua.
Tuve siglos de Tierra.
Es el tiempo del Fuego.

Tal vez luego venga el Aire... O la Nada.

PAOLA