
Caminando me encuentro con mi espejo
Ese, que me devuelve mi mirada verdadera
donde se notan mis soles rojos y mis lunas negras.
mi despiadado intento por ser feliz
y mi oculta ambición de amar.
Me peino frente a el...
cepillo mi cabello suave y delicadamente…
encrespado pelo de rebeldías ignotas... e inútiles (tantas veces...)
Quedan en el peine algunos resentimientos falsos
y algunas mentiras piadosas que ocultan verdades que duelen.
Caminando nadie puede alcanzarme hasta donde voy.
Solamente yo puedo distinguir las colinas de mi adentro:
con sus alturas brillantes de semillas doradas,
y con sus oscuras grutas -que entre ellas se esconden-
plagadas de mariposas negras y vampiros sedientos.
Cuando camino no pienso....
sólo observo lo que en mi misma me rodea.
Y a veces, converso con el ángel
y también reconozco a los amigos de los árboles.
Mi espejo me mira, intrigado.
Se acerca al cristal y a veces me sonríe
y reconoce mis bellezas, esas que nadie más ve
y besa mi frente.
Otras veces se vuelve oscuro
y me acecha cual fiera en su escondrijo
y sus ojos despiden fuego y sangre
y escupe, sin piedad, sobre mi rostro.
Y yo sigo caminando... tratando de no enfrentarlo
Dejando que él me muestre quien soy,
cuanto hace que me busco,
cuando será el momento de ser UNO.
PAOLA