
Hay que recorrerlo con dolor y tristeza, flagelándose el cuerpo - comentan.
El camino no es para todos, sólo unos pocos elegidos por un dedo cruel y sutil pueden transitar por él - remarcan.
El camino tiene espinas y tiene piedras y los pies adoloridos sangran a cada paso - afirman.
Y mientras tantos hablan y aseveran y testifican
El camino Es.
El camino espera.
El camino abre su sendero iluminado... y aguarda
Sólo aguarda
Permanece expectante, poder vislumbrar algún pie inocente y niño que, con aquella infantil curiosidad y algún atisbo de miedo -¿porqué no?- quiera comenzar a transitarlo...
Sin expectativas fastuosas, sin esperar recompensas de reyes amarillos...
Sólo por el simple anhelo del misterio. Por la desnuda ansia de recorrer lo desconocido...
Sin saber, quizás, que es más familiar de lo que suponemos.
Que cada paso es el mismo de tantos otros que hemos caminado en sentido contrario..
Y que sólo encontraremos en él, el Retorno.
Tal vez nos duela... tal vez lloremos, gritemos, pataleemos, querramos salirnos...
Tal vez no...
Pero con cada paso decidido, el dolor ya no será... ya no tendrá razón de ser...
El camino se ablanda, se esponja, se amiga...
Y cada vez se hará más claro, más profundo, más aliado.
y aunque aún no distingamos con claridad la meta, comprenderemos que el caminar nos lleva cada vez más al mismo lugar.
Al lugar que no es lugar y que, paradójicamente, no necesitamos caminar para llegar.
Porque nunca se ha movido.
Porque nunca se ha alejado.
Y el camino entonces, deja de serlo, para sólo ser...
Lo que ES
PAOLA